Un hombre de 77 años y de nacionalidad argentina ha sido detenido por la Guardia Civil de la Comandancia de Guadalajara por hacerse pasar por el cónsul de Guinea Bissau en Madrid.
Al detenido se le atribuyen los delitos de usurpación de funciones
públicas y falsedad documental. Se trata de un viejo conocido de la
justicia española, Aldo Darío Herchhoren, cuyo nombre ha bautizado la operación «Aldo». Herchhoren ya ha estado en prisión anteriormente por delitos parecidos, entre ellos, estafar diez millones de pesetas en 1994 a una clienta a la que ofrecía sus servicios como abogado, y a la que prometió que paralizaría su extradición sobornando a un funcionario.
Las investigaciones, llevadas a cabo por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Guadalajara, se iniciaron el pasado mes de mayo a raíz de la denuncia presentada en dependencias del Puesto de la Guardia Civil de Guadalajara por el Embajador de Guinea Bissau en España, en la que denunciaba que Herchhoren se hacía pasar por Cónsul de la referida República en Madrid.
Según las gestiones practicadas por los investigadores se pudo comprobar que el detenido se anunciaba en internet como cónsul honorario de la República de Guinea Bissau y ejercía sus funciones en su domicilio, que utilizaba como supuesta «sede consular», en la que atendía a ciudadanos guineanos a cambio de una compensación económica. También se pudo establecer que esta persona no estaba reconocida como cónsul del citado país,
según la Unidad Instructora de Embajadores, adscrita al Ministerio de
Asuntos Exteriores, quien certificó que esta persona no era quien
aseguraba y que ni siquiera existe tal consulado en Madrid.
De hecho, fue ponente en varias charlas, entre ellas en la Universidad Carlos III de Madrid,
representando este título de «cónsul honorario», y aún se pueden seguir
sus pasos a través de internet, donde se anunciaba en varias páginas y
colaboraba activamente en diferentes páginas web relacionadas con
movimientos radicales de izquierda.
Sellos y membretes de Guinea Bissau
El pasado lunes, se practicó un registro domiciliario en el que se halló diversa documentación, sellos del Consulado, tarjetas de visita, documentación con el membrete del Consulado y varios pasaportes de clientes que los habían aportado para realizar alguna gestión.
Posteriormente, se procedió a la detención del sospechoso y
será el Juzgado de Instrucción número 3 en funciones de guardia de
Guadalajara el encargado de la instrucción del caso.
Los antecedentes de Aldo
Aldo Dario Herchhoren se presenta, además de como cónsul
honorífico de Guinea Bissau, también como abogado y doctor, aunque fue
expulsado del Colegio de Abogados de Madrid en 1998 por más de una
decena de quejas. Además pesaba sobre él una condena de un año de cárcel por hacer creer a un cliente que habría logrado reducirle una larga condena y recibir de éste dos millones de pesetas para, según le dijo, sobornar a un magistrado del Supremo.
A pesar de que el preso manifestó su alegría entre los compañeros de la
cárcel, el certificado de la reducción nunca llegó. Este suceso ocurrió
en 1992.
Dos años más tarde, la víctima fue una mujer que, encarcelada y pendiente de extradición, le pagó diez millones de pesetas para, según el detenido, sobornar a un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, y evitar la deportación,
tal y como recogía la prensa de la época. Sin embargo, la clienta
sospechó cuando los trámites siguieron su curso. Por este delito, el
Juzgado de lo Penal número 5 de Madrid, a finales de 2000, decretó la
búsqueda y captura al encontrarse en paradero desconocido y pesar sobre
él tres años de condena.
Una queja al Ministerio de Exteriores
En 2013, ya como cónsul de Guinea Bissau (y exjuez de
Instrucción y excatedrático de la Universidad de Buenos Aires, tal y
como anuncia su membrete), elevó una queja a la Dirección de Protocolo del Ministerio de Asuntos Exteriores en
la que daba cuenta de que la Policía Local de Madrid había «arrancado»
los carteles que en la «sede consular» de Guinea Bissau (en la que ya
figuraba el domicilio registrado el pasado lunes) y tirado abajo un muro
de su aparcamiento, por lo que solicitaba «la reposición de los muros, desagües y placas existentes» antes del derribo. En esa misma misiva explicaba que su nombramiento como cónsul honorario le fue conferido por el general Joao Bernardo Vieira, quien «dispuso» que le entregasen el pasaporte diplomático para acreditar su cargo. Sin embargo, «por razones internas, ese gobierno no solicitó el correspondiente exequatur» -la autorización del jefe de Estado para acreditarle como cónsul-.
Herchhoren asegura en la misiva que, «a pesar de dicha
falta», desempeña esa función de forma «provisional» y, entre sus
tareas, recoge la captación de inversiones para Guinea Bissau, otorgar visados de entrada en ese país y renovar los pasaportes de los ciudadanos de Guinea en España.